sábado, 2 de febrero de 2019

Cómo potenciar tu carisma

A todos nos gustaría ser carismáticos. ¿Se nace o se aprende a serlo?
Una de las características de la persona carismática es la seguridad en sí misma. Por consiguiente, si trabajamos la autoconfianza, el selfworth, el creer en nosotros... estaremos potenciando nuestro carisma, el ser atractivos para los demás.
Empero, hay quien lo es sin hacer nada. Han nacido así, con luz interior.
No hay que traumatizarse o tirar la toalla si se carece de carisma natural.
Las creencias positivas alimentan el carisma.
Las actitudes positivas, alimentan el carisma.
Las personas carismáticas adoran a la gente. Les encanta el ser humano, creen en la humanidad y suelen fijarse en lo que les une, en lo positivo de cada cual.
Las personas carismáticas tienen facilidad para conectar con lo mejor de cada individuo. Y le ayudan a ser lo mejor de sí.
Las personas carismáticas potencian a la gente, le animan a desplegar sus dones.
Las personas carismáticas no tienen celos de los dones o de las capacidades de los demás.
Las personas carismáticas tienen opiniones propias y pasan de quedar bien con los demás, sólo les interesa quedar bien con ellos mismos.
Las personas carismáticas son felices en su propia compañía.
Las personas carismáticas elaboran ideas acerca de todo.
Las personas carismáticas son proactivas, provocan las cosas, no esperan a que se den.
Las personas carismáticas van de frente, son sinceras, directas, honestas...
Las personas carismáticas usan su inteligencia para hacer el bien.
Las personas carismáticas no usan las ideas de los demás para destacar. No le roban a nadie su 'genialidad' o su 'producción'.
Las personas carismáticas no imitan a nadie, en su lugar crean su propio arquetipo.
Las personas carismáticas trabajan por mejorar el mundo.

Cómo potenciar tu carisma. Rosetta Forner. La vida en Rosetta https://youtu.be/uxb9Xp9GbFs vía @YouTube

(c) Rosetta Forner
Email: info@rosettaforner.com
Un poco de hadamadrining es un mucho de coaching

sábado, 26 de enero de 2019

El cómo abordas tus deudas incrementa o boicotea tu prosperidad


Pagar o no pagar las deudas, tanto si son de orden material como moral, supone un indicador de la prosperidad personal de cada uno de nosotros.

¿Qué son las deudas?
Obligaciones contraídas en esta vida y, puede que, en las anteriores (sólo las de orden moral).

  • Nadie nos obliga. Somos nosotros, usando nuestro libre albedrío, los que decidimos qué compramos, con quién nos relacionamos, qué favores pedimos y otorgamos y por qué lo hacemos... Nadie, excepto uno mismo, es el dueño de su destino en lo relativo a 'deudas'.
  • Hay quien gusta de gastar su dinero sin ton ni son, y luego se lamenta de no tener nada.
  • Hay quien, gasta su dinero a locas y se siente feliz de su proceder.
  • Hay quien, a la vista de los resultados, se enfada y le echa la culpa de su 'desgracia' a lo primero que tiene a mano: Dios, sus padres, su pareja, el Gobierno, la Economía...
  • Hay quien se pasa la vida pidiendo favores para así ahorrarse la minuta de los diferentes profesionales a los que 'usa' gratis (obviamente, porque se prestan al juego).
  • Hay quien hace favores y/o se deja usar gratis, profesionalmente hablando, contrayendo deudas consigo mismo.



ACTITUD

La actitud es fundamental cuando de pagar o cancelar deudas se trata.

Si has contraído deudas libremente, ya sea tener luz en casa, o la hipoteca para poder comprar la casa, o los plazos del coche... NO deberías quejarte cuando te lleguen las facturas, las pediste tú ya que, a cambio, del pago de dinero, tienes una serie de comodidades en casa.
Si maldecimos los recibos (que nosotros contratamos libremente), estamos diciéndole (el metamensaje) al Universo que no nos sentimos dignos de las comodidades que tenemos. Peor aún, sólo emitimos energía 'de enfado'. Y, puesto que, lo igual atrae a lo igual...


El dinero no tiene la culpa de nada.

Mientras se da el caso de personas que se sienten muy ricas con poco, otras, con mucho dinero, se sienten pobres o miserables.

Si te piden favores, y sientes que te están explotando, que abusan o se aprovechan de ti, en ese caso, no hagas lo que te piden, tienes derecho a negarte. Hay gente que tiene la costumbre de 'no pagar'. No quiere pagar al abogado, al dentista, al terapeuta, al peluquero... ¿Por qué? Sencillamente, se considera a sí mismo ‘superior’ o con ‘ciertos derechos’, como si el mundo estuviese en deuda con él/ella. Aparentemente, no querer abonar los honorarios de alguien es una forma de ‘desprecio’ o no aprecio de ese profesional (no valora ni su tiempo ni sus conocimientos ni profesionalidad) al que decide contratar. Cuando, en verdad, es un desprecio a sí mismo (tenemos con los demás la relación que tenemos con nosotros mismos). Ese tipo de personas echa mano del tan manido 'tengo poco dinero', lo cual, nunca suele ser cierto. ¿Cómo hace para no pagar? En España se lleva mucho el 'me hago amigo de esa persona. De éste modo, al ser amigo, no me cobrará' o ‘el doy lástima’ (me excuso en que no tengo dinero’.

Si ‘muerdes el anzuelo’, esto es decides ‘tragarte la excusa y no cobrar por tu trabajo’, con el tiempo, te darás cuenta de que se aprovecharon de ti y, al ser consciente de ello, te enfadarás. Te podrías haber ahorrado, tanto el enfado como la humillación de dejar que te usaran, es decir, consentir trabajar gratis y no cobrar por tus servicios (tiempo y conocimientos).  La próxima vez, mejor no trabajes para quienes dicen carecer  de dinero cuando, en verdad, no te quieren pagar porque, si entras en su juego, ese dinero se lo gastarán en otras cosas. Créeme, así es. La cara de idiota que se te quedará cuando te enteres de que, el dinero que debían haberte pagado a ti, se lo han gastado en otras cosas (viaje, bolso, cenas, chaqueta...), te la podrías haber ahorrado.
Si, permites que usen tu tiempo y tus conocimientos sin darte nada a cambio, le estás diciendo al Universo que NO TE VALORAS, NO VALES NADA.

¿Es ese el mensaje que quieres seguir emitiendo?

¿Te extraña que la prosperidad no visite tu vida?
Cambia.

Respétate.

Hazte valer.

Cobra acorde a tu ‘calidad’ o ‘expertise’.

  • Valórate.
  • Ponle precio a tus conocimientos y tiempo.


A mí, cada vez que me han llamado de alguna asociación para que fuese a dar una charla, conferencia o ‘taller’ (workshop) a cambio de ‘invitarme a comer’ o ‘prestarme un apartamento en la playa unos días’…  Eso sí, tendría que conducir los kilómetros que fuera, pagarme la gasolina o el pasaje de avión, compartir mis conocimientos y mi tiempo... Quien no me quiere pagar, ¿es porque no me valora? No, simplemente no se valoran lo suficiente como para valorarme a mí por eso, sólo me quieren si puede ser gratis. Yo, mi tiempo y mis conocimientos, de regalarlos, escojo yo a quién y el cuándo. En esos caso, siempre he dicho: ‘gratis, no, gracias’, excepto que se tratase de una asociación de mujeres con cáncer  o similar...  Tengo muy claro que, lo que no se paga, no se valora.


  • NO PAGAS, NO TE VALORAS.

Si eres de los que NO quiere pagar, en ese caso, no te extrañe el carecer de Prosperidad. El metamensaje que lanzas es de 'NO soy valioso para mí mismo por eso no quiero pagar a otros'.
En esta era del 'todo gratis' por internet, se nos ha hecho creer que no debemos pagar por nada.
Ah, ¿tampoco quieres que te paguen por tu trabajo?
Imagino que sí que quieres que te paguen.
Los demás, también.
Paga tus deudas y págalas con alegría.
Paga con alegría en el supermercado, en la peluquería, en la tienda... Paga con alegría y da las 'gracias' al pagar. Hazle saber a los profesionales, empresarios… (abogado, odontólogo, terapeuta, peluquero, mecánico de coches, albañil… que agradeces que haya estudiado y/o que haya montado esa empresa que ofrece esos servicios. Paga con una sonrisa y da las gracias. Y, hazte otro favor, no menosprecies a un profesional regateándole sus honorarios. Si consideras que ‘no vale lo que cobra o lo que te pide’, dale las gracias y vete a buscar otro profesional. Tienes derecho a ‘decir, no gracias’ y buscarte una alternativa, eso sí, también tienes la obligación de dar respeto.

  • La alegría, el respeto, y el agradecimiento son buenos imanes que atraen la Prosperidad.



FAVORES: AMOR CON AMOR SE PAGA

Si te hacen un favor, sé una persona agradecida. Regala algo a cambio. Dar reconocimiento de que aprecias el favor que te han hecho es una manera de atraer la Prosperidad a tu vida: el agradecimiento rima con la prosperidad.
Yo he hecho muchos favores. Me encanta ayudar, si bien, dado que no todo el mundo es agradecido, selecciono a quien le 'regalo' mi favor. Cuando hago algo por alguien por primera vez y, esa persona me paga con su displicencia, nunca más podrá contar conmigo: me la ‘dan con queso’, la primera vez, pero no la segunda.

Mi abuela Maríarosseta solía decir que el infierno estaba lleno de desagradecidos.
Obviamente, para reconocer que te han tomado el pelo, que le has hecho un favor a una persona que desconoce el agradecimiento, se requiere mucha autoestima. La primera vez que nos toman el pelo, el responsable es el otro. Sin embargo, la segunda vez, la responsabilidad, es nuestra al cien por cien.
Si, en lugar de, dejar de hacer favores a gente no agradecida, persistes y te enfadas y/o lamentas, en ese caso, le estás diciendo al Universo que consideras que NO vales nada, por eso NO te respetas y te ‘das’ a cualquiera.


KARMA

A veces, las deudas parecen proceder de un pasado... muy lejano.
Cuando me suceden cosas que no me gustan un pimiento y que el Universo parece haberla tomado conmigo,  porque, a mi modo de entender, que parecen no tener relación con mi existencia actual puesto que no creo haberle hecho nada malo a alguien ni haber hecho nada mal… Lo enfoco desde la perspectiva de que quizás se trate de una 'deuda pendiente de otra ‘vida’. Por lo que, mejor la abono y se acabó la deuda. He tenido situaciones verdaderamente 'milagrosas' en las que, al aceptar ‘pagar de buen grado’, la deuda o bien se esfumó o me fue compensada.


RESPONSABILIDAD
Yo soy la responsable de las deudas materiales y morales. Por consiguiente, las pago sin rechistar. Más aún, las pago con alegría, sintiéndome dichosa por poder pagar eso (un té maravilloso, un viaje, un masaje, una terapia...). Me agradezco a mí misma tanto el ser generosa conmigo como hacerme ese regalo.
Mis finanzas son responsabilidad mía, por lo que si gasto de más, tendré menos para otras cosas: YO ELIJO en qué gasto mi dinero.

Mejor que decir 'NO TENGO DINERO', prueba a decir 'ESCOJO GASTARME MI DINERO EN ESTO O EN LO OTRO'. Es más valiente y respetuoso para contigo.

Si le debes dinero a alguien, págaselo. Mi abuela solía decir que el que paga descansa y, el que cobra, se alegra.

No tengas deudas. A no ser que quieras que el Universo sólo reciba de ti el metamensaje de 'racanería e irrespetuosidad'.

Sé responsable, paga tus deudas, hazlo con agradecimiento. Sólo así le enviarás un metamensaje positivo al Universo.

  • La Prosperidad  no consiste en tener mucho dinero, sino en tener lo que necesitas en cada momento de tu vida y tenerlo en abundancia.
  • LO QUE CONVIERTE TU CASA EN UN HOGAR PRÓSPERO no son los metros cuadrados, ni el barrio donde está, ni los muebles... sino EL SENTIMIENTO DE AGRADECIMIENTO POR TENER ESE HOGAR y LUGAR DONDE PODER VIVIR. Una casa, por pequeña que sea, puede ser tu hogar y tu castillo si así tú lo decides. Bendice la suerte de tener una casa cuya energía es la de un hogar.
  • LO QUE TE CONVIERTE EN UN PROFESIONAL DE ÉXITO no es la cantidad de clientes que tengas, sino lo valiosos y maravillosos que tú decides que son tus clientes y la satisfacción de poder compartir con ellos tus conocimientos, poderles hacer un bien y marcar una diferencia positiva en sus vidas.


Espero haberte animado a fomentar la prosperidad en tu vida.
Si tienes un negocio o trabajas por tu cuenta y no te va prósperamente, en ese caso, te sugiero que revises la valoración que de ti tienes y lo qué piensas de la Prosperidad. Nuestras creencias conforman y determinan nuestra realidad, es decir, lo que vemos afuera es un reflejo de lo que llevamos dentro.

 

© Rosetta Forner:

https://www.blogger.com/blog/posts/4798724633515180561

Pon un Hada Coach en tu vida: COACHING TALENTHADO (CT) (soylomejorquemehapasado.blogspot.com)

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jueves, 17 de enero de 2019

CÓMO ASUMIR LAS RIENDAS DE TU VIDA Y DECIR ADIÓS A LA CULPA Y AL VICTIMISMO


RESPONSABILIDAD NO RIMA CON CULPABILIDAD. 

¿TE SIENTES CULPABLE? ¿POR QUÉ NO PRUEBAS A CAMBIARLO POR 'SER RESPONSABLE'?


A raíz de la lectura de un artículo, que me recomendó una amadrinhada, y que versa sobre los psicópatas, sus víctimas y que estas no son responsables de que un psicópata aparezca en sus vidas, me he puesto a reflexionar sobre el ‘meollo’ en el que hace hincapié el artículo. Me gusta leer ideas diferentes a las mías, porque ello, como poco estimula mis neuronas, me hace pensar y me anima a observar los temas desde diferentes ángulos. A veces, después de dar muchas vueltas -mirar las cosas desde esos distintos puntos de observación, y plantear hipótesis y refutarlas-, llego a un punto diferente o al mismo pero enriquecido. Ergo, siempre me viene bien el cuestionarme ‘temas’.

La primera impresión que me dio el artículo fue que, quien lo escribe, debe tener ‘complejo de rescatador’. ¿Por qué? ¿Qué leí o ‘percibí’ que me llevó a esta ‘conclusión’? Según quien lo escribe, preguntarle, en consulta, al paciente o al cliente –persona que ha tenido la mala suerte de toparse con una persona psicópata y entrar en relación amorosa con dicho personaje o personaja…-, cómo puede haber contribuido a relacionarse con esa clase de persona, supone no empatizar con él/ella la víctima. Ya que el psicópata (hombre o mujer), es el único culpable.  

¡Of course, es el único culpable! 

La culpa es algo que, por lo menos en mi opinión, debe atribuirse a quien perpetra el crimen, el desaguisado, la ofensa, el maltrato, el abuso, la manipulación. Nunca la víctima es culpable. Ahora bien, yo prefiero distinguir entre víctima y co-responsable. 
Me explico.

VÍCTIMA: entiendo por ‘víctima’ a toda persona que sin hacer nada más que ‘pasar por allí’, se topa con una persona psicópata (hombre o mujer), y cae en las redes de dicho humanoide y es violada, asaltada, ninguneada, maltratada, torturada, asesinada… Su única contribución, desafortunadamente, fue ‘cruzarse en el camino del psicópata’ por cuestiones del, en esos casos, maldito azar.

CO-RESPONSABLE: Aquí excluyo todos los casos anteriores. Aquí sólo incluyo el supuesto ‘relación amoroso-sentimental-romántica’.  Por consiguiente, podríamos llamarla, a partir de ahora, ‘abducida’. Las sectas funcionan de forma parecida: abducen, hacen un lavado de cerebro, o mejor dicho, destiñen la autoestima de la persona, le eliminan su dignidad, le violan el alma (término acuñado por una de mis amadrinhadas que tuvo la desgracia de toparse con uno…), sólo así la pueden manipular a su antojo. Obviamente, esto no ocurre de la noche al día, es un proceso gradual.

De todos es sabido que una persona psicópata es realmente encantadora, más seductora y embaucadora que el mejor de los seductores. La personalidad psicopática usa sus ‘dones’ para conseguir sus fines de ‘nutrir su narcisismo patológico’. La víctima es un medio, nunca un fin. El fin es ‘adorarse a sí mismo’ o ‘calmar sus demonios internos’, o ‘retroalimentar su superioridad disimulando así su complejo de inferioridad’. Como en el cuento de Caperucita roja, tanto la madre como la abuela, ambas son representaciones del sentido común y de la sabiduría. Empero, en el cuento están muy disfuncionalizadas por cuanto no cumplen su función de enseñarle a la hija los peligros del bosque, por lo que acaba en brazos y en las fauces del lobo. El cuento cumple la función de mostrarnos que, cuando las capacidades de sentido común, sabiduría, precaución, instintos…, están mermadas o son dejadas de lado, es fácil caer en brazos del ‘lobo’ (el mal). Por consiguiente, en terapia, lo que hay que hacer es restituir esas capacidades, activarlas, ponerlas a funcionar asertivamente, o lo que es lo mismo, dotarle a la persona, que se ha relacionado o ha caído en las redes de un psicópata, de ‘estrategias’ para detectarle a tiempo antes de caer en sus fauces.

¿Cómo puede lograrse esto?

Para empezar, hay que analizar cómo contribuyó por acción u omisión la persona ‘atrapada’. Según quien escribió ese artículo, esto no debe hacerse puesto que, al hacerlo, la/el terapeuta no muestra empatía con la persona. Empatizar no es sinónimo de rescatar. Para poder ayudar a alguien a salir de su ‘laberinto’, tengo que empatizar con esa persona, ponerse en su lugar, pensar y sentir como ella, ser ella figuradamente hablando, así podré elaborar una estrategia para ‘sacarla’ de su agujero. La vía fácil es ‘darle la razón’ a la ‘abducida’. Esa suerte de falsa simpatía, al terapeuta, le hace parecer como muy comprensivo y amable. No obstante, es pan para el terapeuta y hambre para el paciente. Empatizar no significar culpar al paciente, a la ‘abducida’. No. Muy al contrario, empatizar permite hallar el cómo, esto es, qué pasó, cómo fue que esa persona acabó en las redes de un psicópata y se quedó atrapada. Hallar la causa permite diseñar un antídoto para que esa persona, de ahora en adelante, no vuelva a caer en las redes de un psicópata, lo huela a cien kilómetros… Una especie de ‘rayos x’ o de ‘radar supersónico’ que le permita detectarlos y evitarlos.

Yo, hasta el momento, he hallado que la Responsabilidad sobre los aconteceres de nuestra vida, me/nos permite liderar nuestro destino respecto de las variables que son susceptibles de habitar en nuestros dominios.


Eso sí, nunca olvido que ‘yo termino donde empieza el otro, y viceversa’. Hay variables que NO están en mis manos. Variables que no puedo influenciar pero que si puedo ‘actitudizar’, esto es, decidir qué actitud quiero tener.


Os pongo un ejemplo para resumir todo esto: 
Pongamos que tengo un coche. Me quedo tirada en la carretera. La grúa me lo lleva a un taller. El mecánico me dice que ‘el fallo se debe a que me quedé sin aceite’, y ello a pesar de que el coche me lo señaló. Pero, yo pasé de las ‘señales’ y ‘avisos’ del coche. El mecánico es el terapeuta: me arreglará el coche, o sea, a mí. El mecánico me señala cómo fue que se produjo ese ‘fallo’: al faltar aceite, el motor se gripó. No por decirme ‘la causa’, me estaría culpando sino responsabilizando. De este modo, si yo sé que la falta de aceite hace que el motor se gripe, la próxima vez si haré caso a los ‘avisos’ y rellenaré el depósito de aceite. ¿A que a nadie se le ocurriría pensar que el mecánico es un desconsiderado por hacerme saber que debo vigilar el nivel de aceite? Ergo, si yo le hago ver la causa -del por qué el motor se le gripó o la causa por la cual fue abducida, a la ‘abducida’-, y su solución, ¿estaría yo siendo no empática con ella? O, ¿sería mejor para ella que yo, mecánico, le dijese algo así como: ‘Los coches son muy suyos, cuando les parece se tragan el aceite y te crean problemas’?

Personalmente, soy partidaria de liderar mi vida, de marcar yo el rumbo no de que me lo marquen.

Y, tú, ¿qué prefieres?

Besos hadados
Rosetta
UN POCO DE HADAMADRINING ES UN MUCHO DE COACHING

miércoles, 16 de enero de 2019

SOÑANDO CON EL ALMA GEMELA...


“Voy navegando mares inciertos recordando vagamente un sueño. Asomarme no me atrevo a la gruta de mi deseo por si al hacerlo rompo la magia del sueño. Hace tanto que la sueño, tanto, que quizás no pueda hallarla nunca, ni conseguir que ella me mire a los ojos. Tal vez, en este viaje vital, no me esté permitido el encontrarla y hablarle de lo mucho que mi corazón la busca para arroparla con su deseo. He visto su rostro entre las nieblas del amanecer tejido con las fibras enamoradas, pero cuando guardarlo quise en mi memoria, el tiempo se detuvo para mostrar la vanidad de mi desconcierto. ¡La echo tanto de menos! Por ello, a veces, me cuestiono si será cierto que existe un alma cercana a la mía que sea capaz de borrar de la ausencia y la frialdad de este navegar sin luna.
Tantas veces la soñé, ¡tantas!, que he acabado por renunciar a la posibilidad de que un amanecer su alma asome a mi vida y la llene de dulzura y de certeza. Quizás sea un ser tan especial que nunca vaya a fijarse en mí. Quizás pase por mi lado y no desee hablarme ni tan siquiera una sola vez. Quizás nunca alguien con tanta luz de vaya a enamorarse. Seguiré navegando mi destino soñando que tal vez un día el verso se haga palabra y se pose en sus labios para que me sea sentida. Si ello sucede, mi alma se colmará de dicha, cesará el viento para envolver nuestros destinos, y la luna tomará de la mano al mar para hacer un lecho en el que posar nuestro encuentro. Las rocas que amurallan el silencio del destino, abrirán su secreto para disfrutar de la brisa de tu alma y hacer luz en tu cuerpo.
Navegaré tu piel eterna buscando donde existe la llave de tu risa, y así podré oírla eternamente sin cansarme jamás de su música que alegre eleva mi corazón en la noche de la ausencia. Eso es lo único que recuerdo de ti, lo que ha perdurado en mi vida tras vida. ¡Sí!, el eco de esa risa genuina que elevaba mis días y los teñía de alegría y de risueño batir de alas. ¿Dónde estás ahora? ¿Qué barcos navegarán tu mar? Quiero escuchar tu risa evocadora de promesas, quiero enredarme en ella, dejándome vivir en su abrazo. No hay nada en este mundo que a ella equipararse pueda. Tu risa fue el motor de mi barco, y el viento que sopló las velas haciéndome surcar mares de dulzura. Quiero volver a la tierra prometida, quiero regresar a tu risa. Confío en que la providencia me guíe hasta esa tu costa. Quizás la luz de tus ojos alumbrar quiera mi alma y darme la bendición de tu risa.
¿Podré reconocerte entre la multitud sólo con oír tu voz y tu risa? ¿Será, tal vez, su solo sonido el que me permita hallarte en esta vida? Mi mundo está lleno de silencios que quieren robar tu sonido, amurallan mi vacío y quieren abrirse al paso de tu radiante rosa lunar. Recuerdo también la dulzura de una piel angelical que aleteaba el contorno de mis manos, era un tacto alado que no he vuelto a encontrar nunca más... Quizás recuerdo la eternidad hecha palabra en un cuerpo, quizás sea sólo la ternura que deja en mis dedos la impronta de un sueño. Quizás sólo sea mi deseo de hallarte el que me hace pensar que un día veré tu rostro asomar a mi vida.
Me pregunto qué plan de navegación habremos previsto, si es que hay alguno. No me eches en cara que al dudar de nuestro encuentro hice otros planes y no le hice sitio a la sorpresa del destino. Espero que comprendas mi dejadez humana y me aceptes en este desierto en el que he tejido tu ausencia y la añoranza de tu promesa. Sólo te pido que me des tu luz, si ello así lo consideras conveniente, pues sigo creyendo que eres una estrella de sueño inalcanzable. Déjame que te mire en el sueño y bendíceme con el regalo de tu risa. A veces, pienso que no soy digno de ti, de un ser tan especial como eres, ya que en la evocación del recuerdo, y en el palpitar del sueño, te me apareces como una suerte de ángel cuya luz es única e irrepetible. Muchas veces he creído oír el eco de tu nombre que un hado mágico haya susurrado insistentemente a mi oído. Busco sus sílabas para escribirlas en la memoria, y sólo acierto a coger alguna que otra letra suelta.
Me pregunto a mí mismo: ¿dónde estarás?, ¿qué andarás haciendo ahora? Se me escapa el perfil de tu rostro amado, creyendo a veces verlo como una estrella fugaz que se riese en mi ventana al atardecer del sentido. Este desconfiar de la posibilidad del encuentro me hizo anclar mi barco en tierras que un día creí eran la única opción para mi. No me juzgues por ello. Sólo te pido que lo respetes y que me ayudes en mi naufragio de ancla a la deriva. No he creído en mis sueños, es cierto, pero... ¿cómo puedo creer en ellos si no consigo abrazar tu presencia durante el día? Sólo la noche, con su perfume, me devuelve la posibilidad de tu recuerdo. Quizás te amé en otras vidas, y ello no me es permitido en ésta, quizás... Han pasado muchas lunas y miro al cielo cada noche preguntándome a mismo en qué estrella habrás hecho nido.
Recuerdo retazos de sueños en los que te veo brillar, y esa risa tuya se repite como un código estelar de reconocimiento. Ella estalla en mi corazón como una suave brisa que me fuese diciendo que existes en este plano y que ya está cercano el encuentro. Pero..., ¿cómo podré recibirte? que no podré darte todo lo que te mereces, aunque te daré todo lo que esté en mi mano. Eres mi sueño más adorado, eres mi tesoro eterno. Me enamoré de tu luz hace ya mucho tiempo, tanto que su inicio se confunde con la creación de todos los tiempos. Lo que por ti siento, aun desconociendo tu actual rostro, es tan raro en su sentimiento que nadie ha conseguido equiparar su intensidad ni su rara cualidad. No existe la felicidad sin ti, porque tú eres su creadora. Sin ti mi mar está vacío de toda magia, y el agua no navega ni mueve mi barco vital.
El recuerdo de un sueño prometido en otra existencia me mantiene a flote, y soy capaz de amarte en el silencio el resto de mi vida. A nadie puedo contarle lo que eres para mí, porque se escandalizarían al saber que estoy enamorado de una estrella de inalcanzable destello y de angelical piel en su manifiesto.
¿Dónde estás, dónde? Aunque sólo sea en sueños, ven a mi puerto y navega conmigo hasta que la brisa del mar se haga silencio en tu pelo para que así sólo oírse pueda la magia de tu risa en el eco de mi recuerdo.”



https://www.casadellibro.com/libro-la-reina-de-las-hadas-6-ed-las-ensenanzas-de-titannia/9788496079106/868322

martes, 15 de enero de 2019

EL SÍNDROME DE LA OLLA EXPRÉS, O EL ODIO NO EXPRESADO


EL SÍNDROME DE LA OLLA EXPRÉS

‘No tienes mi permiso para usarme como cubo de tus basuras existenciales’, es uno de mis lemas. Si no se opta por ventilar las frustraciones de forma sana, ya sea yendo a terapia, haciendo deporte, bailando, reflexionando con Dios, dándole al pedal o a un saco de piedras, no queda otra que vomitarle al otro la ira pasada de fecha que lleva años habitando el corazón y pudriendo las neuronas. Las redes sociales, con demasiada frecuencia, se parecen más a un estercolero que a un medio donde intercambiar opiniones, ideas, fotos u otras vivencias. Hemos asistido a linchamientos mediáticos que sólo se explican desde la miseria psicológica consecuencia directa de la apostasía de valores humanos en la que se ha sumido esta sociedad. Recuerdo el caso Víctor Barrios, el torero de 29 años fallecido en la plaza de toros de Teruel. Hubo ‘vomitadas’, en forma de mensajes celebrando su muerte, que parecían salidas del alma negra de un psicópata o del mismísimo averno. Quizás, fueron los mismos los que también se alegraron de la muerte de un niño, a causa de un cáncer, porque ‘de mayor, quería ser torero’. La frustración, producto resultante del ejercicio de derechos exento de asunción de responsabilidades, es muy peligrosa. Por cuanto, se envuelve en el cinismo de una supremacía, desde la cual se decide quien tiene derecho al respeto (que no es tal sino una suerte de ‘perdonavidas’ que reparte el que se arroga la posesión de la verdad absoluta), y quien debe recibir una ducha de odio. La ausencia de valores humano-espirituales, unido a la inmadurez psicológica, es la nueva ‘arma de destrucción masiva’. Por eso, hay que ponerle límite legal. Al odio, ni agua puesto que, este manager del miedo, sólo causa problemas, guerras, pobreza espiritual y hace olvidar que todos somos hijos del mismo Dios y dignos de respeto a nuestra singularidad.