miércoles, 1 de febrero de 2017

LA ENFERMEDAD NO ES TU ENEMIGA. LOS SÍNTOMAS SON SMS QUE TU ALMA TE ENVÍA

Los síntomas, ya sean de una enfermedad o una molestia o un problema físico, no son la CAUSA sino el medio para llegar a la causa y sanarla. Suelen ser metáforas de aquello que se ha desajustado en el alma o psique. Vivimos en una sociedad que usa las pastillas para tratar todo, esto es, sólo se fija en el cuerpo pero olvida la psique.
Olvidamos cuidarnos cuando lograr dinero, fama, éxito… pasa a ser más importante que nosotros mismos. La vida humana es finita, no es eterna, el alma sí, por eso haríamos bien en cuidarnos, atendernos, vivir acorde a nuestros principios y escala de valores. La calidad de vida debería ser lo más importante en lugar de lo material. De hecho, cuando enfermamos nos damos cuenta de lo dejados que estábamos de nosotros mismos, de la gran carestía de amor propio que hay en nuestras alforjas.

El amor lo cura todo, pero sólo el amor a uno mismo es el que obra ese milagro.

Cada uno de nosotros tiene su propia manera de aprender a vivir una vida plena. Aprender a amarnos es fundamental. Muchas veces pasa por una enfermedad, siendo ésta la ‘celestina’ que nos conecta con esa parte olvidada de nosotros mismos.
El rencor, el odio, la rabia, el rechazo… son ‘disolventes’ o ‘niegamor’. Empero, los usamos a cada momento. No somos conscientes del daño que nos hacemos hasta que ya es ‘demasiado’ tarde, esto es, ha aparecido la enfermedad. Y, entonces, en lugar de pedirle ‘enséñame’, nos odiamos aún más (es una forma de victimismo), por estar enfermos.
A menos amor, más enfermedad.

La enfermedad NO es una enemiga, ni algo a combatir. 

NO es bueno luchar CONTRA la enfermedad, porque estaremos luchando contra nosotros. Es mejor abordar la enfermedad como un ‘SOS’ del alma: los síntomas cuentan mucha información acerca de qué debemos limpiar, modificar, erradicar… en lo más profundo de nosotros. Nadie es mejor ni peor que otro. El estar en un proceso de enfermedad NO nos convierte en fracasados ni en perdederos, ni nos quita valía como seres humanos.
Cada vez que leo ‘contra el cáncer’, se me estremece el alma. ¿Por qué no decir ‘a favor de curar el cáncer’. El cáncer no es el enemigo a batir, porque en ese caso, si la enfermedad se toma como un ‘enemigo’, se sigue perpetuando el conflicto psicoemocional y/o psicoespiritual que hay en el origen. Admito que, a mucha gente el hecho de aceptar su responsabilidad, no le gusta en absoluto. Hubo una lectora de mis libros que se enfadó porque dije esto. Casi me amenazó con dejar de ser lectora. A mí me quedó claro que le su consciente se estaba defendiendo de lo que yo había dicho pues, en su inconsciente, sabía que era así. No pretendo darle lecciones a nadie, tan sólo invitar a reflexionar desde el enfoque de asumir la responsabilidad de sanar la causa para así poder eliminar los síntomas.
No somos víctimas de un mundo cruel, sólo consecuencias de nuestros conflictos interiores, de nuestra falta de amor a nosotros mismos.


Conozco a personas que han sanado de su ‘enfermedad’.

¿Cómo lo lograron?

 1º: Dejaron de pelearse con la enfermedad y de tomarla como un castigo.

2º: Pasaron a aceptarla.

3º: Se preguntaron: ¿Qué les podía enseñar?

4ª. Averiguaron las creencias que les mantenían en ese estado de ‘pérdida de salud’, y se deshicieron de ellas.  En el caso de una mujer que no lograba curarse de una dolencia de espalda (se le habían colapsado varias vértebras. Tal era el dolor, que el médico llegó a pensar que tenía cáncer de médula. No era así, empero el dolor no cesaba. Esta mujer había creado una creencia enfocada a ‘solucionar’ la enfermedad, era la siguiente: “Si yo muero, este dolor también morirá”. Y, efectivamente, se estaba muriendo. Una vez desactivé la creencia, la ayudé a reencuadrarla, la mujer salió de su agujero oscuro y empezó a sanar. En tan sólo dos semanas hizo un cambio radical.

Las creencias nos enferman, nos envenenan el alma o nos curan y salvan de todo mal.

 Hicieron lo que tuvieron que hacer con tal de sanar esa dolencia.

6º Convertir en bendición lo que en principio era una maldición: esto sucede cuando dejamos de acusar a los otros de ser los causantes de los males que hay en nuestra vida.

Yo animo a la gente a mirar dentro de sí. Ello es compatible con ir al médico y con tratarse alopática o alternativamente –cada cual elige su camino de sanación-. Mirar dentro de uno es sanar las heridas del alma, la única manera de sanar realmente. 

El cuerpo sólo refleja lo que sucede en los niveles invisibles de la psique.




Si te ha gustado, por favor, compártelo, el Universo te lo agradecerá¡¡¡Y, yo. Muchas gracias hadadas por leerme.Si necesitas Hadamadrina para que te enseñe a superar tus miedos, ser la mejor versión de ti, hacer estrategias (aprender a salir a ganar en lugar de salir a perder...), sanarte, salir de una mala relación profesional o personal, o atreverte a dejar a tu pareja tóxica… Escríbeme a: rosemarymacpherson@yahoo.com

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo en tus apreciaciones Rosetta, pero lo difícil es saber como investigar dentro de uno mismo, sin perderse, sin engañarse, siendo honesto con lo que encuentra...

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