martes, 22 de noviembre de 2016

¿ES FÁCIL SER COACH? ¿PUEDES SERLO PARA TI?

Por poder, puedes serlo.

No obstante, permíteme que te brinde las siguientes preguntas para la reflexión: 
a) ¿Tienes conocimientos? No me refiero a que tengas información (“la información es rumor hasta que está en el músculo, que es cuando se convierte en conocimiento”).

b) ¿Sabes disociarte de ti y observarte con neutralidad? ¿Dónde y cómo aprendiste a hacerlo?

c) ¿Has hecho terapia previamente? ¿Con un buen profesional? d) ¿Acabas de hacer un curso de coaching y por eso crees que ya sabes?

e) ¿Crees que eso de ‘ser juez y parte’ es posible?

f) ¿Crees que eso de ‘coachear’ es fácil y lo puede hacer cualquiera?

g) ¿Eres de los que piensa que una sesión de coaching consiste en hacer preguntas? Si es afirmativo, ¿quién diseña las preguntas? ¿Cómo las elaborarás?

h) Si el coaching fuese otra disciplina, por ejemplo, medicina, ¿procederías igual o buscarías un buen galeno?

 Al igual que la gente usa la cámara de su móvil para hacer fotos y creen que pueden con ello sustituir a un buen fotógrafo, o leer un artículo o varios de Branding y creerse expertos, mucha gente hoy en día se dedica al coaching como si fuese fácil y todo el mundo sirviese para ello. La ignorancia, la falta de autoestima y el bajo ‘self worth’ producen el síndrome de la prepotencia (prepotentis aguditis).

Se necesitan conocimientos varios y buenos, una personalidad determinada, unas capacidades específicas, vocación y sobre todo praxis (oficio, experiencia… que dé lugar al conocimiento). 

¿Cómo saber qué preguntas hacer?
¿Tirar del manual de la escuela?
Incluso un periodista puede hacer y hace, mejores preguntas que muchos coaches.
 Nunca una profesión fue tan mediocrizada por gente que se cree que esto es fácil, y que cualquiera sin madurez psicológica y sin haber aprendido a domesticar a sus demonios interiores se lanza a ‘coachear’ a otros. Obviamente tiran de manual y de los conocimientos de otros que están al alcance de todos en los blogs que inundan internet (todos o casi todos, dicen lo mismo, incluidas las comas).

Si eres de los que cree que puede auto coachearse o coachear a otros… ¡Andas fatal de sentido común! Deberías hacértelo mirar.

Un curso no convierte a nadie en coach, simplemente proporciona una información (mejor o peor impartida).

 Hace años, hubo un boom en el mundo de la informática: ‘todo el mundo’ era un experto en ordenadores. Ahora, sucede con el coaching, pegas una patada a una piedra y salen ‘ciencuentamil’.

No sólo son mis veinte años de profesión como hadamadrina (coach PNL), sino mis capacidades especiales y todo mi bagaje anterior tanto profesional como en formación académica. Ahora soy mucho mejor que hace veinte años, pero el ‘don’ lo tenía ya antes de empezar. Lo dije hace mucho tiempo y lo sostengo: si la gente se dedicase a aquello para lo que tiene capacidades y le habla a su alma, la mediocridad no existiría. 

Si vas a contratarte un coach, hazle la prueba del algodón: si el coaching le cambió la vida y por eso es coach… Deberías dudar de su profesionalidad, ya que esa NO es una buena razón para ser coach y si un argumento ‘engaña incautos’ pues disimula la falta de profesionalidad y de vocación: esa persona mañana se pasará a lo que esté de moda, a no ser que ‘triunfe’ en el Club del redil.


 PREGUNTAS: 
¿Te ha gustado? 
¿Estás de acuerdo? 

Me encantaría conocer tu opinión. 
Miles de gracias hadadas por adelantado.


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